Desde hace algunos años los autores de los trabajos de investigación que componen este libro hemos venido estudiando documentación judicial conservada en archivos de lugares muy diferentes y en períodos relativamente diversos, con el objetivo de comprobar la realidad efectiva de las instituciones. Las conclusiones obtenidas han permitido desterrar mitos historiográficos «traslaticios» que han ido pasando acríticamente de unos juristas e historiadores a otros sin advertir que la realidad jurídica estaba alejada en ocasiones muy alejada de la literalidad legal. Moverse entre la documentación manuscrita permite adentrarse en el Derecho realmente vivido, el que está lejos de la formulación de los textos normativos, aunque guarde mayor relación con las construcciones doctrinales que se expandieron por toda Europa.