Este estudio pone de relieve los componentes orales que recorren lacultura jurídica de la España isabelina - aunque, con altaprobabilidad, muchas de las hipótesis aquí lanzadas son perfectamenteaplicables a otras tradiciones americanas y europeas. Con elabogado-orador como modelo de jurista perfecto y piedra de toque de la referida cultura, se analizan sucesivamente las prácticasuniversitarias (lecciones, discursos de apertura, oposiciones acátedra), la profesión forense (saberes, bibliotecas, gestos...) conatención particular a la literatura sobre elocuencia y, en fin, laactividad parlamentaria y legislativa.