MANJÓN-CABEZA OLMEDA, ARACELI (DIR.)
La mayoría de los países centra sus esfuerzos para el control de drogas en reducir las dimensiones de los mercados con el objetivo de reducir los daños relacionados con estas sustancias. Estas iniciativas ùpunitivas, fundamentalmenteù suelen terminar en fracaso y muchas veces ocasionan perjuicios adicionales. El reto es enorme, pero el momento político de buscar alternativas ha llegado. La solución no consiste solo en regular el modelo de los clubes de cannabis, sino de poner en marcha una legislación integral que englobe el autocultivo, los usos medicinales, las licencias de investigación, producción y distribución y que sea capaz de informar a la población sobre los potenciales riesgos de esta sustancia.