Derrida se preguntó alguna vez por los muchos sentidos que la palabra psicoanálisis alberga en su propia obra: sinónimo de Freud, de terapia, de institución, del pensamiento de Lacan, de la ciencia judía, de un estamento de la judeidad (lo porvenir)
Esta obra recoge esa multiplicidad y hace así justicia a una conjunción, el y que provisionalmente reúne a Derrida con el psicoanálisis, que en una primera apariencia esconde una engañosa univocidad. Las páginas del libro desvelan, por tanto, la riqueza multiforme de una relación que nunca quedó definitivamente cerrada.