IRIBAR, ANA
Esta es la historia de una vida breve e intensa. De un hombre perseverante y honesto. A sus treinta y seis años, Gregorio Ordóñez era ya presidente del Partido Popular en Guipúzcoa, parlamentario vasco y primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de San Sebastián. Un ciudadano que eligió el camino más difícil, pero el único posible para él: desafiar al nacionalismo y a la organización terrorista ETA. Convertido en el líder más carismático y controvertido de su ciudad, su ejemplo inspiró a muchos ciudadanos para romper el silencio y ejercer la libertad que permanecía amordazada. Su asesinato en vísperas de las elecciones municipales de 1995 llenó de consternación a muchos vascos y españoles y frustró el derecho de voto de miles de donostiarras.