SANZ CRUZ, MARIO
Aunque algunos no sean muy conscientes de ello, todos tenemos una banda sonora que acompaña nuestra vida. La música llena nuestras soledades, nos relaja, nos anima, nos ayuda a recordar, marca puntos importantes de nuestra historia personal y nos hace más llevadera la existencia. Y todo eso lo hace de manera muy personal, cada uno es un mundo, y la música que a ciertas personas fascina, a otros molesta; la que unos consideran obra maestra otros la califican de ruido o de muermo, la que a unos saca a bailar automáticamente, a otros les deja indiferentes en el asiento. Así de especiales somos. Pero, lo que está bastante claro es que la música es el lenguaje más universal, el que nos comunica aunque nuestro idioma sea diferente, el que todos entendemos y con el que todos vibramos de una u otra manera, incluso los sordos.