LARA ORTIZ, MARÍA LIDÓN
La reforma de la regulación bancaria implementada en la última década ha supuesto su modificación estructural, ya que concede protagonismo a los supervisores europeos. Ello, unido al hecho de la ampliación del ámbito de la supervisión prudencial, concepto que se integra en las bases de la ordenación del crédito, requiere un replanteamiento de las posibilidades de desarrollo normativo de las competencias autonómicas en este ámbito. En España, tal reforma ha ido acompañada de la reestructuración del sector de las cajas de ahorros y de la modificación de su régimen jurídico, imponiendo la transformación de la mayoría de las existentes anteriormente en fundaciones bancarias, figura jurídica nueva, que también merece una valoración de las posibilidades de desarrollo del autogobierno para su regulación autonómica.