Entre los grandes pensadores de nuestro tiempo, Hans Küng aboga como ningún otro por la conciliación de racionalidad y fe cristiana en una apuesta común. En este nuevo libro ùuna apasionante excursión a los límites del conocimiento humanoù Küng se apoya en sus propias investigaciones de muchos años para abordar temas centrales: +Dios como principio?, +creación o evolución?, +es todo azar?, +es el libre arbitrio una ilusión? Pero no se limita a mostrar las respuestas específicas que a estas preguntas dan ciencia, filosofía y teología, sino que, superando antagonismos a menudo teñidos de ideología, se hace cargo de la cuestión fundamental de lo que ½al mundo mantiene en sus entrañas+, en palabras de Goethe. ½æ¡Sea la luz!Æ: también el presente libro quiere, con toda modestia, comunicar luz, difundir esa luz que los grandiosos resultados sobre todo de la física y la biología arrojan sobre el principio del mundo, la vida y el ser humano; luz como la que, de un modo totalmente distinto, sigue irradiando el testimonio de la Biblia, siempre y cuando sea entendido de forma acorde con los tiempos; luz como la que, desde la humilde confianza en sí mismas, hoy pueden transmitir a los seres humanos una filosofía y una teología ilustradas+ (Hans K
Entre los grandes pensadores de nuestro tiempo, Hans Küng aboga como ningún otro por la conciliación de racionalidad y fe cristiana en una apuesta común. En este nuevo libro -una apasionante excursión a los límites del conocimiento humano- Küng se apoya en sus propias investigaciones de muchos años para abordar temas centrales: ¿Dios como principio?, ¿creación o evolución?, ¿es todo azar?, ¿es el libre arbitrio una ilusión? Pero no se limita a mostrar las respuestas específicas que a estas preguntas dan ciencia, filosofía y teología, sino que, superando antagonismos a menudo teñidos de ideología, se hace cargo de la cuestión fundamental de lo que «al mundo mantiene en sus entrañas», en palabras de Goethe.
«?¡Sea la luz!': también el presente libro quiere, con toda modestia, comunicar luz, difundir esa luz que los grandiosos resultados sobre todo de la física y la biología arrojan sobre el principio del mundo, la vida y el ser humano; luz como la que, de un modo totalmente distinto, sigue irradiando el testimonio de la Biblia, siempre y cuando sea entendido de forma acorde con los tiempos; luz como la que, desde la humilde confianza en sí mismas, hoy pueden transmitir a los seres humanos una filosofía y una teología ilustradas» (Hans Küng).