¿Sabías que en las cafeterías han nacido muchos de los negocios más prósperos del mundo, como la británica Lloyds, surgida en una casa de café londinense a fi nales del siglo XVII? ¿O que la Bolsa de Nueva York comenzó a funcionar en la Tontine Coff ee House, abierta en 1793? En su actividad profesional, Jesús de la Corte y Fernando Lallana han conocido emprendedores de los cinco continentes. En estos encuentros, muchas veces informales, han compartido ilusiones, anhelos y aspiraciones, y también dudas e inquietudes. Un elemento sencillo y cotidiano como el café ha sido, con frecuencia, la excusa para suscitar conversaciones sobre cómo se configura una robusta personalidad emprendedora. Pasión, visión, convicción, resiliencia e integridad son, de manera concluyente, los pilares que arman y condicionan a todo emprendedor. Y en su óptima conjugación está la clave de que, ante dos ideas iguales, una tenga éxito y la otra no.