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26 OCT

Ezequiel Ramírez presenta “Cartas de Irene”

El Sillón de Canaima: C/ Senador Castillo Olivares, 7. Las Palmas de Gran Canaria, 20:00 h
Ezequiel Ramírez presenta “Cartas de Irene”

Mercurio Editorial

La vida de Irene fue ocultada por la fuerza de la sociedad de la época en la que todo era perjuicio y sentimientos reprimidos, pero, sin embargo, incapaz de frenar las pasiones. En un entorno aislado, como los grupos de cuarterías que salpicaban los terrenos de cultivo donde la vida se vuelve sofocante, el amor parece una quimera, un sentimiento inalcanzable. Aquí las relaciones tienen más de resignación que de pasión, y el amor no encuentra aire para respirar. Las personas son islas encerradas en otra isla. Una historia que podemos imaginar con el blanco y negro de la memoria, que va estrangulando poco a poco, con todos los colores y matices, la historia de Irene. Una niña, cuyo paso de la infancia a la madurez es una lucha perdida contra la opresión que le tocó vivir y de la que intenta huir. Adéntrate en las páginas de esta novela y descubrirás la descarnada historia de ficción de un tiempo que fue real y de unos personajes que muy bien pudieron vivir entre nosotros.

Ezequiel Ramírez, (La Aldea de San Nicolás)

Durante 18 años se dedica a la enseñanza, de la que se retira en 2008 como profesor de Lengua Española y Francesa en el Instituto de Secundaria de su localidad natal. Durante 24 años ostenta cargos públicos. Una vez concluida su etapa como docente y político se adentra en la literatura. Cartas de Irene es su cuarta novela, tras los éxitos de El fajín rojo (Anroart, 2009) El valle de los espejos rotos (Anroart, 2010), y El estigma de Sara (Mercurio Editorial, 2013).

 

 

 

“NECESITO historias, que estén escritas desde el estómago.

ESCRIBIR cada día que comienza ya que, es uno mismo, quien escribe y quien tiene que colocar los verbos y las comas.

Vidas subterráneas donde no puedes inventar sino que, con la historia que has oído, elaborar un texto donde el lector pueda dejar volar su imaginación y construir sus propios espacios y a sus personajes que cada uno vamos montando durante la lectura

Con facilidad se nos olvida el camino que nuestros padres y abuelos han recorrido… los cambios industriales, técnicos y sobre todo morales que, con el transcurrir de los años, vamos experimentando.

 Acusaciones de conductas que nunca, o casi nunca tenían su denuncia… por el miedo a la vergüenza familiar o al destierro del pueblo al verse señalados por la sociedad.

Sociedad donde la creencia religiosa y las conciencias reprimidas por la religión eran los instrumentos para proteger a la familia mientras la angustia se adueñaba del espacio moral de mis personajes.

PRETENDO, sacar a la luz temas que, enterrados, mueren en el olvido. Esta tierra nuestra merece conservar nuestra historia y que no muera en el fondo del tintero.

Quizá, Irene Cabrera, parodiando a Joaquín Sabina, no viviera en el bulevar de los sueños rotos, sino en el infierno de una familia emponzoñada en la intolerancia de un padre miserable, por los delirios del alcohol y por un hermano infectado por los patrones machistas de su progenitor.

Quizá, aquella niña de la cumbre, de ojos claros y cabellos de oro, se escapó de aquella cárcel sin amor, de mil noches en vela, con sus sueños rotos de dolor.

Quizá, aquella chiquilla, repleta de sueños, no supiera reír, pues solo aprendió a llorar, desconsolada y con sus fantasías arrancadas en mil pedazos.

Quizá, rezara en la cantina por la madre que temprano la abandonó.

Quizá, sus lágrimas resbalaran por las viejas fotos y pudo al fin burlarse de su dolor.

Quizá, sus amarguras no fueron tan amargas cuando encontró la salida y logró transitar por el bulevar de la felicidad.

Quizá, algún día, Sabina soñó con Irene y, al despertar con el piano del amanecer, tarareó la letra de El Bulevar de los Sueños Rotos, y adelantándose, me robó el título de esta novela.”

Ezequiel Ramírez

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