CABRERA HERNANDEZ, EUSEBIO
Hacer una breve sinopsis de una vida de coplas y canciones, no es tarea sencilla. Se vuelve ardua cuando se quiere hacer un pequeño resumen en una contraportada de tu primera obra.
Condensar en estas páginas las coplas y vivencias de una vida es como intentar vaciar el mar con una cucharilla...
La copla ha de ser cantada, oída, sentida. Es como un hijo que sale del vientre materno para ver la luz: ha de seguir creciendo y desarrollándose. Han de quedarse para ser leídas, cantadas y disfrutadas por el solista de turno o las personas que la oyen hasta que, pasado el tiempo, ya ni se conozca al autor y sean parte de nuestro acervo cultural. La vivencia particular de cada persona es lo que hace que una u otra cuarteta o quintilla determinada, llegue o no de una manera más personal. Esto es lo que las hace especiales: han de hacer sentir a quien las lee o las interpreta "algo único".