Si lo primero que se te viene a la mente cuando piensas en «física» es un científico con bata mirando por un telescopio o investigando sobre gatos cuánticos en cajas ¡este libro es perfecto para ti! La física del siglo XXI está rompiendo moldes y no es raro encontrarse a día de hoy con investigadores que aplican métodos y herramientas típicas de física para estudiar temas muy diversos. Temas que están al lado opuesto de lo que normalmente se entiende por «física». El movimiento de los animales, la formación de guetos en las ciudades, cómo las cebras consiguen sus rayas e incluso la dinámica de las bandadas de estorninos al volar sobre las ciudades. Todos estos problemas tienen un elemento en común: son sistemas complejos. La complejidad la podemos encontrar en colonias de hormigas, asistentes a un concierto de música metal, ordenadores con conexión a internet, granos de arena o láseres caóticos. Estamos rodeados de fenómenos emergentes que solo existen cuando hay muchos elementos interactuando entre sí.
