En un día está todo el tiempo. En una granja está todo el mundo.
En lo más pequeño está todo el universo. Este humilde poemario parte de esa ambiciosa vocación: la reflejar la plenitud de la vida en su más rotunda sencillez. Para este propósito los autores recurren a una expresión radical, fresca e inocente como la mirada de un niño.
Por este libro desfilan, en el espejo de los animales, los tipos humanos, con sus grandezas y sus miserias, con sus temores y sus deseos, con una belleza intacta y germinal, casi ingenua, como ese día eterno que empieza cada mañana. Un libro de lectura e ilustraciones amenas, con esa profundidad que solo permite la expresión sencilla y sincera.
José Antonio Francés. Ha publicado una veintena de libros de todo signo y condición. Y no escarmienta. Destacan las obras La familia Rimaldi y El sombrero de las ideas descabelladas. También tiene una novela autobiográfica: Soy tonto y además lo sé. Ha escrito relatos fantásticos (Miedo me da), una gramática de la lengua española explicada con chistes y un diccionario humorístico de fútbol. A esta lista extravagante le faltaba este poemario con alma infantil y juguetona. Ha sido articulista del diario El Mundo y editor de libros de texto en Barcelona.
Desde hace años, es profesor de lengua castellana en el colegio Buen Pastor de Sevilla donde practica, entre otras rarezas, el amor a la literatura. Es un caso perdido.
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