Fulbert es plenamente feliz, el sistema le provee una vida encantadora. Sin embargo, la vida real sigue ahí, acechante, ineludible, y nada podrá evitar los imprevistos indeseados del destino.
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información
Enviar a un amigo