MIRANDA GARCÍA, LUIS JESÚS
La Semana Santa de Córdoba que ahora se disfruta en las calles es una escultura modelada a lo largo de los siglos por el paso del tiempo, el esfuerzo de quienes quieren a las cofradías y la genialidad de los artistas y artesanos que trabajaron para ellas. En el alma sigue siendo la misma que nació en el siglo XVI para relatar en las calles la Pasión de Jesús, y todavía conserva algunos de los primeros trazos. Los cambios, voluntarios o ajenos, y la simple evolución, borraron ciertos rasgos y crearon unos nuevos. La historia de las cofradías penitenciales y de la Semana Santa de Córdoba es la de una peregrinación. La fiesta tenía raíces remotas, se desarrolló gracias al Concilio de Trento y estuvo orgullosa de su entraña barroca y teatral, pero también debió afrontar un largo periodo de 30 años de ausencia en el siglo XIX, en que se perdió buena parte de la memoria de su identidad.