STEFANONI, PABLO
La extrema derecha quiere cambiar el mundo. Y mucha gente está convencida de que eso es lo que el mundo necesita. Con combinaciones de nacionalismo, posiciones antiestado, xenofobia, racismo y misoginia,pero también guiños a la comunidad LGBTI y consignas ecologistas, conun aura de incorrección y novedad que atrae a los jóvenes, las llamadas 'derechas alternativas' están protagonizando una revoluciónen la política occidental: orgullosas, levantan las banderas de la indignación y la rebeldía que eran la marca registrada de laizquierda. El progresismo, mientras tanto, entre el desconcierto y el gesto despectivo, se refugia en la corrección política y corre elriesgo de volverse parte del statu quo.
Trump y Bolsonaro dejaron claro que es hora de tomarse en serio las ideas delas derechas reaccionarias, aunqueparezcan moralmente condenables oridículas y, sobre todo, de entender cómo su discurso defensivo, sus líderes carismáticos y escandalosos y su provocación constante estánlogrando representar a muchos de los que se perciben postergados en las sociedades contemporáneas.