Este es un libro muy esperado del presidente, CEO y cofundador de Blackstone, Stephen A. Schwarzman, que utiliza episodios impactantes de su vida para mostrar a los lectores cómo construir, transformar y liderar organizaciones prósperas.
La gente sabe quién es Stephen Schwarzman, al menos eso creen. Es el hombre que con 400.000 dólares cofundó Blackstone, la empresa de inversión que gestiona más de 500 mil millones de dólares e invierte en cientos de empresas en todo el mundo. Es el CEO cuyas opiniones buscan los jefes de Estado. Es el filántropo multimillonario que fundó un programa de becas en China y que ayuda a las más importantes instituciones académicas del mundo a estudiar las implicaciones éticas de la inteligencia artificial. Pero, detrás de estos logros, hay un hombre que ha pasado su vida aprendiendo y reflexionando sobre lo que se necesita para alcanzar la excelencia, generar impacto y vivir una vida relevante.
Doblando pañuelos en la tienda de ropa de su padre, Schwarzman soñaba con una vida mejor, llena de metas y aventuras. Sus notas académicas y el atletismo lo llevaron a la universidad de Yale. Después de empezar su carrera con un breve período en una empresa financiera llamada DLJ, Schwarzman comenzó a trabajar en Lehman Brothers, donde ascendió y dirigió la división de fusiones y adquisiciones. Finalmente, se asoció con su mentor y amigo Pete Peterson para fundar Blackstone, prometiendo crear un tipo nuevo y diferente de empresa financiera.
No fue fácil convertir a Blackstone en la principal institución financiera mundial que es hoy. Schwarzman priorizó una cultura de excelencia y transparencia, contratando talento y estableciendo procesos para analizar sistemáticamente el riesgo. A pesar de ser rechazado innumerables veces, Schwarzman consiguió recaudar miles de millones de dólares de inversores y crear un equipo de negociadores expertos responsable de las mayores inversiones de private equity e inmobiliarias nunca antes vistas en el sector. Su sencillo mantra - No pierdas dinero- y su obsesión por aprender de los errores han convertido a Blackstone en el referente en el ámbito de las inversiones alternativas, le ha dado una reputación de solucionador de problemas y le ha abierto las puertas a inesperados roles como presidir el Centro Kennedy para las Artes Escénicas en Washington, DC y dirigir un equipo de consultores para numerosas administraciones presidenciales de EE.UU. sobre temas como los mercados financieros, políticas económicas y comercio.