FORTUN, ELENA
El verano en el colegio de las monjas es soporífero. Todas las niñasse han ido de vacaciones menos Celia. Hasta que llega doña Benita y la lleva al pueblo a ver un espectáculo de los titiriteros. De vuelta al colegio, Celia toma la pluma y escribe en el cuaderno blanco que leha regalado su padre. Escribe, y de su mano surgen las dos aventurasque componen Celia, novelista (1934): un viaje surrealista y repleto de peligrosas peripecias a bordo del carro de monsieur Polichant y la historia de los hermanos Lita y Lito en un mundo onírico de animales parlantes que recuerda al país de las maravillas de Alicia. Estos dostextos de raigambre fantástica son la primera producción de Celia como autora. Sustentan una defensa de lo irracional, de la evasión, del placer insuperable de inventar y contar historias. En las páginas deCelia, novelista emerge una autora-personaje que reivindica la necesidad de escribir para escapar de la soledad. Elena Fortúnconcibió este libro como una digresión en la historia lineal de sumítica saga, como una fusión magistral de la literatura vanguardista y el cuento tradicional maravilloso.