ORTIGOSA CANO, JUAN JAVIER
Juan Javier Ortigosa Cano sabe, porque es un buen lector, que es triste recordar el pasado cuando va a hacerse de di´a. Por eso escribe con voluntad de amanecer y asume una batalla sin gritos, una e´pica de la intimidad. El primer acercamiento a los libros pudo ofrecerle la promesa de la perfeccio´n, de las cosas en su sitio como las si´labas en los versos bien medidos, pero los libros lo llevaron despue´s hasta la vida y le acompan~aron en la desolacio´n, la duda o el desengan~o con todos sus verbos y adjetivos. En un viaje de ida y vuelta, la vida lo devolvio´ con los zapatos manchados a los libros. De ese desorden habla su poesi´a.
La e´pica i´ntima y pu´dica de Juan Javier nos habla y se habla a si´ misma de una realidad cotidiana en la que no hay suen~o sin una gota de sangre. Pensar asi´ el tiempo, el pasado familiar, el amor, los libros... convierte inevitablemente el desorden en una disciplina y la casa en un falso refugio en la que el yo y el nosotros nunca esta´n seguros del lugar que ocupan. Eso le cuenta a los lectores que llaman a la puerta. Y su hospitalidad tiene poco que ver con las fa´bulas tranquilizantes. So´lo puede ofrecer lo que conoce: la dignidad de la resistencia
Luis Garci´a Montero