La fascinación de Newton por la naturaleza no se agotó en sus reproducciones mecánicas ni en sus descubrimientos matemáticos, físicos o astronómicos. El gran inventor inglés se apasionaba por descubrir no sólo lo observable, sino lo inobservable. El siglo pasado se descubrió que Newton tenían una gran parte de su obra dedicada a «estudios ocultos» como la cronología, la alquimia, la cábala o la interpretación de textos bíblicos. Es abrumadora la cantidad de páginas de alquimia que dejó escritas (aún se están digitalizando): Newton escribió diez veces más al respecto que sobre las ciencias empíricas.