DURÁN, JAVIER
En 2010 la Residencia de Estudiantes de Madrid celebra los cien años de su nacimiento y está inmersa en un amplio programa de divulgación de su historia, enmarcada en los propósitos renovadores que había heredado de la Institución Libre de la Enseñanza y de la Junta de Ampliación de Estudios, dos instrumentos claves para el ambicioso objetivo de instrucción pública abordado por la Segunda República bajo el paraguas de un pensamiento modernizador y europeísta. La ocasión para acercarse desde el periodismo a la efeméride de este territorio mítico que hasta 1936 insufló de excelencia a la formación edu-cativa y humana de los hijos de las clases dirigentes y profesionales, en su gran mayoría, fue el estreno en el teatro María Guerrero de la obra La colmena científica o el café Negrín, dirigida por el dramaturgo Ernesto Caballero. La pieza se adentra en el ambiente del Laboratorio de Fisiología que dirigía el científico canario en la Residencia de Estudiantes, siendo parte esencial del mismo la bebida preparada por el doctor José Domingo Hernández Guerra, otro isleño, mano derecha del que sería el último presidente del Gobierno republicano (1937-1945).