Detectives de objetos, o el arte de descubrir la historia oculta de los objetos y de explorar la margen secreta de los espacios que habitamos.
«Es posible ?dice Shaday Larios? que nuestros objetos hablen por nosotros cuando ya no estemos aquí. O cuando nos neguemos a hablar, o por muchas otras ausencias». Desde el observatorio de este libro, instrumento de precisión donde los haya, se buscan las grietas de los hechos en tres espacios urbanos, a través de las cuales pensar su presente. La ciudad aquí aparece como un tejido fascinante de huellas y objetos, testimonios y gestos, en un ejercicio, se podría decir, de arqueología detectivesca.
Así, en Primer álbum, entramos en el Barrio Viejo (Barri Vell) de Girona, en donde todo se borra y desaparece en una gentrificación sin marcha atrás. Pero siempre hay quien conserva objetos que ofrecen una resistencia.