AA.VV
Este libro no es un libro, ni un interruptor. Es una suma de interruptores cortocircuitados, muchas veces socialmente rotos, que se conectan (o no) entre sí a través de gritos, cuidados, lágrimas y alguna que otra llama. Una especie de interruptor conjunto, híbrido y mutante. Una red de interruptores, de estos que pulsas y, de pronto, la silla te electrocuta el culo. Un interruptor que juega con ese dolor. Un dolor puede convertirse en amable e incluso placentero en función de la situación; o puede arañarte por dentro sin previo aviso.