Se dice que la filosofía no sirve para nada, que es un saber teórico sin utilidad práctica. La educación de los hijos, sin embargo, demuestra lo contrario: la filosofía es útil, muy útil. Cicerón avisaba que no hay doctrina, por rara que parezca, que no haya sido defendida por ningún filósofo. Pero tampoco hay conflicto, por extraño o complejo que parezca, que no se le haya presentado alguna vez a un padre o a una madre. ¿Por qué no confiarle a la filosofía nuestros problemas cotidianos y escuchar las respuestas que nos ofrece?
Desde Sócrates hasta María Zambrano, pasando por Copérnico, Schopenhauer o Sartre, entre otros, los autores de Educar con filosofía nos proponen una mirada original de la historia de las ideas para que nos tomemos la educación con filosofía.