PILLAY, SRINI
Siempre hemos escuchado eso de que debemos centrarnos en nuestras metas, que una mente centrada o enfocada es la clave para alcanzar nuestros objetivos, o que es esencial abordar una tarea de cada vez si queremos llevar nuestro proyecto a buen término. Sin embargo, si analizamos cómo se han producido algunos de los descubrimientos más relevantes en la historia de la humanidad, observamos que la gran mayoría ha tenido lugar en periodos de desenfoque o descentramiento: momentos en los que, de manera instintiva, dormitamos o pensamos en las musarañas. Esos instantes en que nuestra mente divaga a fin de refrescarse y prepararse para el siguiente periodo de atención sostenida no son una pérdida de tiempo, sino que nos aportan mucho más de lo que en principio pudiera parecer.