PULIDO, IGNACIO
Hubo un tiempo en el que los jóvenes estadounidenses sacrificaban sus vidas en las junglas de Vietnam; en el que la contracultura postulaba la política del éxtasis y el amor libre; un periodo durante el cual los hard hats golpeaban a los antibelicistas mientras que América liquidaba a sus líderes más prometedores; y una turbulenta época en la que los políticos sacaban tajada de los miedos del ciudadano común estadounidense. En ese contexto, la música country experimentó profundos cambios y pasó a ser asociada en su conjunto -y de un modo infundado- con el ala más conservadora y reaccionaria de la sociedad norteamericana. Canciones como 'Hello Vietnam', 'Ain't I right', The fightin' side of me' o 'It's America (Love it or leave it)' contribuyen a cimentar esta teoría y confirman que una pequeña parte del country flirteó con el conservadurismo y con las políticas estadounidenses en el Sudeste Asiático. Sin embargo, lejos de ser monolítica, la familia country también cobijó a otras sensibilidades críticas con la guerra y herederas de las canciones protesta del folk de los años treinta y cuarenta.
A pesar de que Vietnam ha pasado a la historia como la primera guerra de la era del rock and roll, no fue este género, sino el country y el folk quienes describieron de un modo más prístino y carente de adornos la experiencia de quienes participaron en este conflicto y sus devastadoras consecuencias. Tras Vietnam y el escándalo Watergate, la sociedad estadounidense cambió para siempre y con ella su música. El country logró alcanzar por fin la aceptación nacional que siempre le había sido negada y el Sur fue capaz de sacudirse de encima parte de los complejos que arrastraba desde la Guerra de Secesión.
