GARCIA NIETO,REBECA
La gran Cynthia Ozick afirmaba recientemente que la novela delsiglo sigue viva: hoy se la llama «biografía». La vida de Herta Müller tiene, sin duda, carácter dostoievskiano. En su historiafamiliar hay castigos sin crímenes y crímenes sin castigo. También hay culpa, aunque se trata de una culpa derivada más de los pecadosfamiliares que de los personales. Tiene, además, aire de novela deespías, con la particularidad de que quienes la espiaron durante años fueron en su mayoría escritores (o, más bien, aspirantes). Herta hA dicho en alguna ocasión que la biografía es la propiedad más seguraque poseen las personas que se han visto obligadas a abandonar supaís, pero también que es su posesión más frágil. Tal vez eso explique el marcado carácter autobiográfico de todos sus libros, como sI iperiódicamente tuviera la necesidad de apuntalarla y de defenderla delos ataques externos (en los últimos años no han faltado quienes hantratado de reescribir la vida de la escritora a su conveniencia).Su obra la ha convertido en una de las escritoras más interesantes de los últimos años, y su vida no se queda atrás.