LÓPEZ GACRÍA, ANTONIO BRIAN
Escapar de una granja es algo complicado; y si no, que se lo digan a quienes lo hayan intentado. Buena cuenta de ello puede dar Hugo, quien después de intentarlo por primera vez tiene que pagar un alto precio; tan alto que siente envidia de su amigo cuando se entera de que éste ha acabado en el matadero, adonde tanto desea Hugo que lo lleven de una vez. Sabe que después de entrar allí no habrá más torturas, más dolor, más agonía. Pronto descubre que incluso en el infierno hay ángeles y se aferra de nuevo a la vida, aunque sabe que nada será como antes. Y así sea lleno de cicatrices más profundas las del alma que las del cuerpo, confía en recuperar la libertad y hacer que todos paguen por el daño que le han hecho.