La arqueología del saber constituye un clásico ejercicio foucaultianode pensar a contracorriente, de poner una barrera a los lugarescomunes de las ciencias sociales y de establecer nuevoscampos de investigación en el cruce entre filosofía e historia.El gran tema que plantea es la discontinuidad en la historia,es decir, la transformación, el establecimiento de fenómenosde rupturas: "Por debajo de las grandes continuidades delpensamiento, por debajo de las manifestaciones masivasy homogéneas de un espíritu o de una mentalidad colectiva,por debajo del terco devenir de una ciencia que seencarniza en existir y en rematarse desde su comienzo,por debajo de la persistencia de un género, de una forma,de una disciplina, de una actividad teórica, se trata ahorade detectar la incidencia de las interrupciones".