INGELMO, ÁNGEL
La ciudad de La Habana no sólo es una de las capitales más bonitas de América, sino de todo el mundo. Una ciudad donde a pesar del abandono que parece apoderarse de sus viviendas, hubiera permanecido fiel a unos principios donde el tiempo no existe, como si después de haber conocido un floreciente periodo de expansión se hubiera detenido en los años cincuenta del siglo XX, retando al viajero a realizar un recorrido por una ciudad detenida en ese espacio de tiempo.