En junio de 2013, cuando Lance Armstrong abandona su palaciega residencia en Texas, acosado por multimillonarias demandas en su contra, Juliet Macur se encontraba allí con él, hablando con su novia y niños, y escuchando la versión de la verdad de Lance Armstrong. Ella fue una de las pocas periodistas, además de Oprah Winfrey, en tener acceso directo al paria más famoso del deporte.