AA.VV
En octubre de 1941 José Antonio Aguirre, primer presidente del Gobierno de Euskadi, llegaba al Cono sur en el que era su primer viaje a América. El recibimiento fue apoteósico en Uruguay y en Argentina. Aunque no pudo visitar Chile, las tres delegaciones vascas de estos tres países tuvieron a partir de esta visita un papel fundamental dentro del entramado confeccionado por Aguirre en torno al exilio vasco. Dentro del ámbito musical y como parte esencial de la cultura vasca, el folklore fue uno de los pilares de unión de los exiliados vascos. Las canciones populares y las danzas fueron las que mantuvieron vivas la tradición y la identidad vascas, sobre todo por una poderosa razón: estaban tan arraigadas en el pueblo que habían pasado a ser sus mayores afi ciones. El folklore se extendió primero por las fiestas patronales y los aniversarios llegando finalmente a las grandes fiestas, las Semanas Vascas, compuestas de actuaciones y romerías populares con representación de diferentes colectividades vascas.