SANZ, SALVADOR
A una semana de la devastación en Montevideo, la mismapesadilla vuelve a repetirse, pero esta vez en las cataratasdel Iguazú. El Fénix está construyendo una estructura en elfondo de la Garganta del Diablo. Los científicos creenque está intentando desenterrar algo escondidodebajo de las cataratas...s tan inusuales como poco probables de encontrar.jeno al sectarismo. Lamenta el rácano interés que la sociedad española concede a la educación, reivindica el cómic y el cine, as¡ como cualquier manifestación de la cultura popular, y no duda en abanderar la lucha contra lo pol¡ticamente correcto. Cr¡tico con la censura, como defensor acérrimo de la libertad, huye de lo pedante y contrarresta la amargura vital con amistad,humor y un alto porcentaje de sentido común..Una obra a la vez profunda y accesible, que invita a reconsiderar la comprensión de la identidad y la importancia de las historias en nuestras vidas. Una lectura esencial para estudiosos de la filosof¡a, la literatura y los estudios de género, as¡ como para cualquier persona interesada en explorar las complejidades de la existencia humana y de la narración.a los oscuros y húmedos calabozos que acogieron a Ezra Pound o William Burroughs.plicación en compañ¡as e instituciones pedagógicas y en la que nos encontramos figuras como Pedro Salinas, José Bergam¡n, Luis Cernuda, Ramón J. Sender, Max Aub, Alejandro Casona, Margarita Xirgu o Cipriano de Rivas Cherif, pero también otros nombres menos conocidos como Luis Amado Blanco, Isabel Fernández, Francisco Parés, Alvaro Custodio, José Rubia Barcia, Eugenio F. Granell, Alfredo Matilla, Carlos Marichal, Emilio Aparicio Mart¡nez, Alberto de Paz y Mateos, Mart¡n Perea Romero, Segundo Serrano Poncela, José Antonio Rial, Luis Amador Sánchez Fernández, Santiago Ontañón, Edmundo Barbero, Pilar Muñoz o Luis Quintanilla. La labor colectiva de estos hombres y mujeres ratifica la riqueza de un legado tan imprescindible para la historia de nuestra literatura dramática y escena teatral como para las de los pa¡ses que acogieron a los exiliados republicanos.
