SÁBET, MAHVASH
Hoy, al pasar por el patio de la cárcel me encontré a un gorrión. Picoteaba un trozo de pan bien congelado, una migaja fría, en la nieve. Tú y yo somos los dos prisioneros hambrientos , le dije. Y así, en aquel instante, abandonó la miga y se alejó volan.