PERONA TOMAS, DIONISIO A.
El reinado de Fernando VII nos presenta otra Inquisición de la que normalmente se nos da a conocer. Esta etapa de postración y decadencia nos ofrece, por el contrario, una institución capaz de lograr un grado de desarrollo administrativo, heredero de una trayectoria plurisecular, inversamente proporcional al rigor con el que actúa. No es la Inquisición del tormento, es la Inquisición del correo, de la correspondencia (aunque esto es posible que siempre lo fuese). No tiene el suficiente personal colaborador en la jurisdicción de su distrito, no cuenta con el suficiente número de comisarios; pero salva ese obstáculo por medio de comisionados, se dan comisiones con las correspondientes instrucciones a miembros del clero regular o secular del distrito para poder realizar la labor inquisitorial. El Tribunal de Cuenca se nos presenta como un centro emisor y receptor de correspondencia con los colaboradores en su distrito, con otros tribunales territoriales del Santo Oficio y con la Suprema.