ALBERTIN CARBO, PILAR / LANGARITA ADIEGO, JOSE ANTONIO
La prostitución es un fenómeno complejo que involucra a muchos actores más allá de la relación prostituta-cliente. Cuenta con un espacio en el que se ubica la negociación y el encuentro sexual, unos marcos normativos que regulan, condicionan y provocan la práctica del trabajo sexual y unos discursos que criminalizan a las mujeres que viven del sexo de pago. La prostitución genera un conocimiento encarnado en quienes la ejercen y también en quienes consumen servicios sexuales. En definitiva, la prostitución tiene contextos sociales. No hay sexo sin contexto. Reducir un fenómeno tan complejo a una relación dual merma las opciones de análisis y sitúa frecuentemente a las personas que ejercen el trabajo sexual en un escenario de mayor vulnerabilidad a la par que aminora sus opciones de agencia y autonomía.