¿Quién no se ha preguntado alguna vez, al ver una reseña en la prensa o al visitar una exposición, qué tiene que ver aquello con una obra de arte? ¿Qué relación guardan entre sí las pirámides de Egipto con una pintura del Románico o con un dibujo que muestra una lata de sopa? En realidad, estos objetos no se parecen en nada, pero todos ellos nos hacen pensar en esa vaga idea de lo que es una obra de arte. Por tanto, algo tendrán en común aunque sea difícil de expresar. Parece ser que el arte, las obras de arte tienen algo que los vincula entre sí y que a pesar del paso de los años y hasta de los siglos somos capaces de percibirlo, nos emociona o nos desconcierta, pero ¿por qué?