BOHJALIAN, CHRIS
Cassandra Bowden conoce bien las mañanas de resaca. Le gusta tomarse unas copas de vez en cuando y su trabajo en la aerolínea le facilita encontrar nuevas aventuras, así que tener lagunas de memoria parece inevitable; convive con ellas, y también con el sentimiento de culpabilidad que conllevan.
Cuando se despierta en la habitación de un hotel de Dubái, intenta reconstruir lo que pasó la noche anterior mientras espera para tomar el transporte que la llevará al aeropuerto. Se desliza fuera de la cama sigilosamente, tratando de no empeorar su ya intenso dolor de cabeza, y observa al hombre con el que ha pasado lanoche. Contempla su pelo oscuro, su calma absoluta... y sangre, uncharco de sangre todavía húmeda sobre las sábanas blancas.