BRAVO, PALOMA
Nunca se había escrito un libro así y ya era hora, porque cuenta algo que nos va a pasar a todos y lo hace de una manera extraordinaria: brillante y sencilla. Leerlo es recibir un abrazo lleno de verdad. Remangarse y envolverlo en amor, en actividad y en humor. Esa es la única receta (esa y algún croissant) que encuentra esta familia para afrontar una enfermedad terminal. ¿Dudas Todas. ¿Dolor Infinito. ¿Amor Más, siempre más. La aturdida narradora de esta historia se siente incapaz de cuidar y de acompañar a su padre. Obsesionada por encontrar referencias, busca en amigos, médicos, libros... Y acaba encontrando la clave en el propio enfermo y su forma de estar en el mundo: el compromiso, la bondad y el humor. Un aprendizaje personal que se convierte en universal cuando el lector cierra el libro con ganas de querer más y de ser mejor. Al fondo, una ciudad pandémica que oscila entre el aplauso solidario y el individualismo feroz.