SOLE, LAIA
Otro cruasán de chocolate no..., Total, ya lo has hecho mal, de perdidos al río, El lunes empiezo de nuevo y lo hago todo perfecto, Hoy me quedo sin cenar y mañana al gimnasio
Este era el diálogo interno de un día cualquiera en la cabeza de Laia
Solé. Durante gran parte de su vida adulta, Laia estuvo en confl icto con la comida y con su cuerpo, sufriendo ansiedad por comer, hambre emocional, atracones y machacándose en el gimnasio.