Pocas expresiones tienen el poder performativo de «Érase una vez...».Como una invocación mágica, esta frase inaugural no soloanuncia un comienzo sino que también nos invita a proyectarnos, aanticiparnos a lo que viene a continuación, a adelantarnos a los horizontes narrativos, tan arquetípicos y previsibles, de los cuentosde hadas. Huérfanas maltratadas por madrastras y hermanastras.Princesas narcolépticas abusadas por príncipes. Seres anfibios querenuncian a sus dones naturales por amor. Hadas celosas que castigancon sus hechizos a reinos enteros. Princesas acosadas sexualmente porsus propios padres. Niñas que mueren de frío, mutiladas o devoradaspor elegir el camino «equivocado». Estos son algunos de los temas delas versiones originales de los cuentos clásicos que han sidorevisitados a lo largo del siglo XX.