RIVAS BORRELL, SONIA / BELTRAMO, CARLOS
Prólogo. Parentalidad positiva y posmodernidad. La parentalidad positiva y la teoría de la autodeterminación. Fundamentos científicos de la parentalidad positiva. Competencias parentales necesarias para un ejercicio positivo de la parentalidad. La educación del carácter y su relación con el ejercicio de la parentalidad positiva. Promoción de la parentalidad positiva a través de programas de educación parental en los servicios sociales. La exposición de los menores a la violencia de género en el seno del hogar. Padres y madres sin barreras. La familia en el sistema de protección a la infancia y a la adolescencia desde el enfoque de la parentalidad positiva. Programa-Guía para el Desarrollo de Competencias Emocionales, Educativas y Parentales. El Programa de Competencia Familiar. Prevención del riesgo de abandono escolar temprano. Promover la salud infantil desde el apoyo parental. Parentalidad y pantallas. El desafío de la parentalidad positiva ante un hijo con discapacidad intelectual. Parentalidad positiva en Colombia. Avances en la promoción de la parentalidad positiva en El Salvador. Formando padres positivos para el nuevo siglo. La parentalidad positiva, la perspectiva familiar y la importancia del vínculo filial. La evaluación familiar como estrategia para la prevención del maltrato y la promoción de la parentalidad positiva. El reto de la parentalidad positiva en Venezuela y el «Proyecto Alcatraz».
La apasionante pero compleja labor educativa y de crianza que llevan a cabo padres y madres a lo largo y ancho de todo el mundo en la sociedad posmoderna, se plantea como un desafío social común de tal magnitud que requiere de soluciones colaborativas. Estas, además, han de ser tan diversas como las necesidades que presenten las realidades familiares a lo largo de su ciclo vital. Por tanto, para el profesional que acompaña a las familias resulta necesario conocer las estrategias más apropiadas y efectivas para promover esta tarea, tanto si ayuda a grupos de riesgo, a población que presenta mayor vulnerabilidad o a población normalizada. Asimismo, las intervenciones deben ajustarse al ámbito en el que trabaje, bien sea el educativo, el sanitario, el social, o en las entidades del tercer sector. D
